Hay muchas personas en el mundo que suelen vivir de ilusiones, de deseos, de sueños, etc, lo cual hace que tengan fuerza para seguir adelante y vivir cada instante de su vida al máximo, ya que esta fuerza y este pensamiento se utiliza para llegar a poder cumplir las metas deseadas.
Muchas veces, se hace ver que la ilusión es algo bueno para las personas, y de allí vienen las típicas frases “de ilusiones se vive” o “la esperanza es lo último que se pierde”. Pero, sin embargo, no todos lo ven tan bueno, ya que hay veces que se deben de poner los pies sobre la tierra y no hacerse tantas ilusiones con algunas cosas. Por este modo, nos paramos a pensar y nos preguntamos, ¿la ilusión es nuestro motor o nuestro destructor?
Se dice, que vivir de ilusiones, es nuestra destrucción la cuál llaman realidad, e inventamos nuestro propio mundo, nuestra historia, pero todo a conveniencia de lo que deseamos ver y de lo que queremos que ocurra. Nuestra ilusión toma mucha fuerza a la hora de decidir alguna cosa, ya que el hecho de tener una esperanza en algo, que alomejor no es posible, es muy difícil, pero la fe y la esperanza hace que nuestras ganas de conseguir ese objetivo no se vayan tan fácilmente.
Vivir de ilusiones puede ser muy relativo, ya que por una parte es bonito tener esas ilusiones, por que nos dan fuerza a seguir adelante con nuestras vidas, de luchar por aquellos objetivos y conseguir aquellas metas propuestas. Este hecho nos alimenta como personas y alimenta nuestra alma.
Por lo que hace la parte mala de las ilusiones, y desafortunadamente la verdadera, es que no se puede vivir de ellas, sobre todo en el amor, y de ahí viene la frase “el que vive de ilusiones muere de decepciones” y es que si nos paramos a pensar, esta frase tiene mucha razón, ya que tu te imaginas cualquier cosa que tu quieres que suceda o crees que sucederá, es decir, vives con esa ilusión de que pasará, pero alomejor no sucede lo que tu te has imaginado o has querido, y ahí es cuando aparece el sentimiento de decepción ante toda la situación. Es muy bonito vivir de ilusiones, pero hay veces que se necesita un golpe de realidad para saber donde estas y que puede suceder.
En conclusión, de este tema, se puede decir que vivir de ilusiones no es ni bueno ni malo, solo que no se debe de abusar por todas las esperanzas e ilusiones que se encuentran en nuestra cabeza, ya que a veces se debe de mirar la realidad de la vida y de las situaciones.
Fuentes de imágenes: https://comohacerpara.com/dejar-vivir-ilusiones-7243s.html
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